domingo, 5 de mayo de 2013

Regalos del Día de la Madre

 Esta mañana he amanecido con una gran sorpresa. La primera es que mi estupendo marido en cuanto ha escuchado a la peque a las 8.45 horas ha saltado de la cama para encargarse de ella y dejarme dormir (es más bueno... que conste que es algo que hace habitualmente, pero nunca acompañado del salto de la cama).
Cuando me he despertado, Mencía y su papi han aparecido con una bolsa llena de regalos y la bandeja del desayuno preparada para tomar en la cama (vuelvo a repetirlo, es que es más bueno...). 
El primer regalo de todos ha sido el gran beso que me han dado los dos y después el que Men había hecho en la guarde: un llavero de barro pintado de naranja fosforito y con una frase grabada: "Te quiero mami". Es el primer regalo "manual" que me hace mi peque así que me he emocionado un montón.
El padre de la criatura con ella de "recadera" había comprado un lote de regalos (él ya sabe que a mi me encanta que me hagan muchos regalos), así que me había traído lo siguiente:

  • Galleta "I love mamá" que estaba para chuparse los dedos (me la estaba comiendo antes de hacerle la foto, de ahí el mordisco y que no aparezca en la imagen donde están todos los regalos).
  • Funda de tipo bolso para el iphone (sin querer ser desagradecida, mi marido tiene un interés especial por convertirme en la persona más hortera del universo con un iphone 4).
  • Chapa "Mi mamá me mima", se me han saltado las lágrimas al verla.
  • Kit de moldes para hacer "Calipos caseros" (ya sabe que me encantan).
  • Stick para notas súper pijo.
  • Y un último regalo que lo dejo para la intimidad de nuestra familia, con esto del blog me estoy quedando sin secretos, jiji.
Como podéis ver han sido muchísimos detalles, así que me va a costar estar a la altura el próximo año, ¿no os parece?

viernes, 3 de mayo de 2013

La caja de Nonabox de abril


Este mes la caja de Nonabox ha llegado antes que nunca, han tenido en cuenta que el 1 y el 2 de mayo eran fiesta en Madrid y el 30 de abril ya la tenía en casa.
He de deciros que hasta el momento (y esta es mi quinta Nonabox) esta ha sido la que más me ha gustado, no he podido usar algunos artículos aún porque me los estoy reservando para cuando Dios quiera que tengamos el segundo hijo (ojalá que sea pronto), pero sí he deciros que aunque no los haya estrenado, con mi hija Mencía algunos ya los había utilizado.
- Bolsas esterilizadoras de Medela: No sabía que existiesen este tipo de productos, pero me parece maravilloso. De Medela conocía el sacaleches eléctrico (muy pero que muy útil, por cierto) y las pezoneras, pero esto me parece maravilloso. Las bolsas sirven para esterilizar biberones, chupetes, tetinas... en el microondas y cada una de las bolsas se pueden usar hasta en 20 ocasiones. Me parece la solución ideal para viajes y vacaciones, ya que te ahorras cargar con un armatoste considerable.
Toallitas Moltex Premium: estas ya las hemos estrenado para el culete de Mencía. Son suaves y huelen de maravillas, además el formato del paquete es estupendo para llevarlo en el bolso o en el carrito, ya que no ocupan nada.
Biberón de Hello Kitty de NuK: este es uno de los productos que me he reservado pero que ya he usado con anterioridad. Los únicos biberones que usa ahora Mencía, sólo para el agua y con una tetina diferente, son de esta misma gama. Es un bibi de 150 ml y con una tetina anatómica y anticólicos, por lo que es ideal para los recién nacidos.
Melagyn toallitas íntimas de Gynea: estas también las he estrenado ya, son para las mamis y tienen un tacto sedoso y huelen muy bien.
- Chupete Physio de Chicco: es un chupete para recién nacidos con tetina anatómica y especialmente creada para favorecer el desarrollo de los músculos de la carita, la lengua y el paladar.
Limpiador mini electrodomésticos de Careli: este aún no lo he podido usar, pero tengo una amiga que tiene un robot de cocina para sus hijos pequeños y se lo voy a dar para que lo use. Está diseñado especialmente para la eliminación de la cal e higienización de todo tipo de mini electrodomésticos para el bebé.
Muselina de Aden + Anais: Nonabox lleva varios meses enviándonos productos de esta marca y siempre los he clasificado como los que más me gustan y es que son "especiales". Los tejidos con tan suaves que hasta los usaría yo para dormir, tienen una textura impresionante. Este mes nos han mandado un arrullo de bambú con un diseño monísimo y que tiene multitud de usos: como arrullo clásico, como gasa para echar los gases, para tapar el carrito cuando el bebé duerme y hay mucha luz, como manta para juegos...
Ya sabéis que Nonabox me envía una caja genérica para que la valore por ser bloguera, pero si te suscribes la recibirás con productos adecuados para la edad de tu bebé, si te interesa recibirla suscríbete.

jueves, 2 de mayo de 2013

Fiesta de cumpleaños de Mencía

Lo primero de todo pediros disculpas, he pasado unos días un poco saturada y tenía el blog abandonado. Habéis sido muchos los que me habéis preguntado, no pasa nada, lo que ocurre es que necesitaba desconectar un poco.
Como sabéis, el 17 de abril fue el segundo cumple de Mencía y el sábado 20 se lo celebramos con los amiguitos en la sala común de la urbanización.
Era la primera vez que organizaba una fiesta para Men y aunque ella es pequeñita y no se iba a enterar de nada, yo estaba algo atacada con los preparativos. No quería gastarme mucho pero tampoco sabía calcular las cantidades necesarias, así que me fui el jueves por la tarde a Carrefour y compré todo lo necesario: bebidas para mayores y pequeños, chuches, gusanitos, manteles, vasos, platos, pan de molde para sandwiches, patatas, aceitunas...  Sólo me quedaba la tarta, que la compraría el sábado por la mañana; mi ilusión era una de las de fondant tan bonitas que están de moda, pero se me iba de presupuesto, así que pensé en comprar  una de las que vende Mercadona con la cara de Pocoyó. Pero el viernes a medio día decidí que yo misma haría la tarta, me moría de ganas por hacerle una de galletas con chocolate, aunque hacía como 18 años que no la había vuelto a hacer. 
Con los ingredientes comprados el viernes por la noche me puse manos a la obra y madre mía la que lié !!!! Menudo desastre, primero me salió muy líquida la primera capa de chocolate, intenté arreglarlo con leche condensada y más galletas, después una de las tabletas a derretir estaba en mal estado y empezó a oler fatal, así que tuve que tirar el chocolate y gracias a un vecino estupendo la cosa tuvo solución porque bajó al chino a traerme más chocolate. Además del desastre creado, el problema fue que encima no me quedó estéticamente muy bien, así que a ver qué tal estaba de sabor.
El sábado habíamos convocado a la gente a partir de las cinco, así que al medio día empezamos a preparar los sandwiches de nocilla, jamón y queso, chorizo y salchichón, y como me pareció poco terminamos comprando dos paquetes más de pan de molde. A las cuatro y media el padre, la madre, la niña y mis dos sobrinas mayores bajamos a la sala a prepararlo todo. ¡¡¡¡¡¡¡ Había comida para un regimiento!!!!!!! 
El cumple en sí fue divertido, claro desde mi punto de vista, y Mencía disfrutó como una enana con sus amiguitos, los regalos, todas las guarrerías que comió y su "Cumpleaños feliz" que la vuelve loca.
Sobre la tarta, a pesar de la "mala pinta" que tenía, os he de decir que no quedó nada, así que yo creo que gusto bastante.
Para el año que viene tengo que mejorar la técnica con la tarta...

lunes, 22 de abril de 2013

"Papá, ¡muá!"

Ya os he contado que Mencía es un poco petarda para comer con sus papis. Todo lo contrario de lo que hace en la guardería, con la chica que le cuida, con algún vecino… Con ellos come estupendamente e incluso sola. Pero con nosotros todo son pegas. Desde bien pequeña. Tras varias consultas a la pediatra, acabamos en la consulta de una psicóloga infantil (ya sé que el nombre asusta, pero no es para tanto). En realidad, el tratamiento es para los padres. O, mejor dicho, los consejos, que es lo que nos "receta" la doctora. El primero y fundamental fue ignorar las rabietas de la niña con la comida, hacer como si no pasase nada si montaba un escándalo al ver la comida o terminase tirándola por el suelo. Se trataba de quitarle importancia. Con más esperanza que convicción empezamos a hacerlo y, aunque no del todo, dio resultado. Las rabietas casi se han acabado, la niña ha empezado a comer sola algunas cosas con nosotros (algo que ya hacía en la guardería y con la chica desde hace meses) y todos estamos más tranquilos. Sin embargo, sigue habiendo algunos días que no hay manera de que desayune o coma lo que le ponemos por delante, especialmente los fines de semana, así que no podemos decir que sea todavía una batalla ganada. Además, hay días en que es muy desesperante ver cómo la niña se niega a comer y, encima, se dedica a "guarrear" con la comida o a derramarla por el suelo. Y termina por agotar tu paciencia.
Eso fue lo que le sucedió a mi marido este domingo. Mientras intentaba que Mencía desayunase unas galletas de barquillo con chocolate que habían sobrado de la fiesta que organizamos para celebrar su cumpleaños con los niños de la urbanización (eso da para otro post), el pobre perdió la paciencia. Resulta que después de que la niña ni tocase el vaso de leche en todo el desayuno y sólo consintiese tomar algo de agua para mojar las galletas, de repente le dio un mini ataque de histeria y se puso a esparcir con las dos manos las galletas (y sus infinitas migas) por toda la mesa de la trona. Como la psicóloga nos ha dicho que no reaccionemos impulsivamente ante estas actitudes, mi marido trató de mantener la calma y anticiparse al próximo movimiento de Mencía sin hacer demasiados aspavientos, pero no pudo. Cuando quiso llegar hasta dónde estaba la niña, ella ya había cogido el vaso de leche y lo había derramado encima de la mesita por donde estaban las galletas y las migas. Y mientras mi marido cazaba al vuelo la taza ya sin una gota de leche, la niña comenzó a dar palmadas sobre la leche y a ponerse perdida mientras se partía de risa. Eso ya fue demasiado. Mi marido estalló en un grito, diciéndole algo así como "¡Ya está bien, esto está muy mal!" Y la niña rompió a llorar. Pero esta vez se había pasado de la raya, así que mi marido le limpió como pudo las manos y la cara, la sacó de la trona y la puso en una esquina del pasillo con intención de ponerla a pensar para poder luego limpiar tranquilo el desaguisado que había en la cocina. Como es lógico, Mencía seguía llorando al ver a su padre tan enfadado y se resistía a quedarse sola en la pared mientras su padre se iba a limpiar. Al tercer intento, o eso me ha contado, la niña dejó de llorar y se quedó quieta, así que el padre se fue a por la fregona para recoger la leche del suelo. Y cuál fue su sorpresa cuando al rato Mencía apareció en la cocina y le dijo "¡Papá, muá!" mientras se acercaba a él con intención de besarle. Casi sin creerselo, mi marido se agachó para recibir ese beso con el que ¡le estaba pidiendo perdón! Era algo que no nos esperábamos de ninguna manera, ya que la niña no es nada besucona y menos aún con su padre por la barba que suele dejarse, aunque le quiere con locura. 
Hoy la psicóloga nos ha explicado que es un gesto de madurez, que significa que ella era consciente de que había hecho las cosas mal y se sentía mal porque su padre se hubiera enfadado con ella. Enfado que desapareció en ese mismo momento, claro está, porque mi marido casi se echa a llorar al ver la reacción de su "princesita", a la que enseguida empezó a abrazar y besar como un loco. En fin, que Mencía se nos hace mayor demasiado rápido y es más lista que el hambre… ¡Menuda nos espera, nos tiene tomada la medida!