Este fin de semana hemos vuelto a tener otro episodio febril importante. Esta niña cada vez que tiene fiebre bate récords.
Todo comenzó ayer por la mañana, Mencía amaneció bien temprano, a las 7.45 (cosa bastante rara en ella porque es muy dormilona) cuándo fuimos a sacarla de la cama tenía 37º y ya comenzaba a estar tontita. Para evitar que la cosa fuera a más decidimos que no la sacaríamos de casa en todo el día para evitar que cogiese frío, ya que también tenía una tos muy fea y con muchos mocos.
A la hora de comer ya había ascendido a 38º, así que tras el chute correspondiente de apiretal a las 12.45 horas la metimos en la cama, despertó a las 16.45 horas (sí, cuatro horas de siesta ya os he dicho es que es muy dormilona) con 38º grados de nuevo, así que esta vez tocaba dalsy. Mejoró rápidamente y pasamos la tarde jugando con ella y pintando con las pinturas de dedos que aún no habíamos estrenado. Justo antes de la cena volvimos al termómetro y tachan... 39.2º. Con esto comenzó una noche de idas y venidas al cuarto de Men casi cada media hora, ya que al principio no conseguíamos que le bajase la fiebre, todo lo contrario, le subía.
La pobrecita mía se encontraba tan mal que apenas podía dormir y es tan sumamente buena que no soltó ni una lágrima en toda la noche, si no llega a ser por el baby call ni nos enteramos que no podía conciliar el sueño.
Esta mañana ha amanecido a las 10.00, no me extraña que haya sido tan tarde, después de la nochecita que ha pasado... Y otra vez con sorpresita, 39.5º así que hemos cogido los bártulos y nos hemos presentado en mi segunda casa, el Hospital Sanitas La Moraleja, que estaba como si allí regalaran algo. Madre mía que de niños en urgencias, casi todos como Men, con fiebrones y toses horribles.
Gracias a Dios estaban bien preparados y había cuatro pediatras de guardia, así que no hemos tenido que esperar mucho.
Al final lo que Men tenía es un virus con apariencia de gripe que estaba dando fiebres muy altas, habían visto hasta niños con 40.5º, ¡qué barbaridad!, así que nos han mandado para casa con un mucolítico, dalsy y nototil cada tres horas, vamos chutazo a tope.
Al llegar a casa le hemos dado la comida, que milagrosamente se ha comido toda conmigo, y la hemos acostado, se ha pegado otra buena siestaza de tres horas y media,pero ha vuelto a despertarse con fiebre, 39,7º. En ese momento le hemos dado el norotil y después de una hora y media tirada en el sofá medio KO ha revivido y se ha puesto como una moto.
Son las 21.30 y está dormidita desde las 20.45 horas y sin fiebre, parece que el norotil ha sido lo más efectivo de todo. A ver cómo se presenta la noche, esperemos no llevarnos sustos otra vez de los de 39.