Tras la visita a la pediatra la semana pasada nos mandaron
que le hiciésemos unos análisis a la peque para ver si todo estaba en orden. Como
había perdido 500 gr en un mes (que para una niña de 19 meses es una
barbaridad), la pediatra prefería asegurarse de que todo estaba correctamente. Además, como al papá de la peque le acaban de diagnosticar que es celiaco
aprovechaban el “pinchazo” para ver si ella también lo es, ya que es genético.
Esta mañana hemos ido Mencía y yo a recoger los resultados y
a ver a la pediatra en el Hospital Sanitas La Moraleja, cuando me han entregado
los análisis y me he puesto a verlos (soy una cotilla empedernida y aunque no
entienda nada los tengo que revisar de arriba a abajo) casi me entra un ataque de
histeria. De los cinco folios de análisis de distinto tipo, el 80% tenía asterisco,
es decir que los parámetros estaban por encima o por debajo de la normalidad y
eso no era buen síntoma. Tras tres cuartos de hora de espera antes de que la
pediatra nos recibiese con sudores fríos, temblores, mensajes de whatsapp de
SOS…. (vamos que estaba histérica) le comento a la médico:
- Doctora es que estoy muy preocupada porque casi
todo tiene asterisco.
Y ella me responde:
- No te preocupes, es que los análisis llevan los
valores predeterminados para los adultos, pero la mayoría de las cosas están
bien para Mencía
Uffffffff, menos mal, casi me da un infarto. Eso me pasa por listilla y querer saber de
todo. Además, de momento Mencíita no es celiaca, así que estoy encantada.
Ahora nos toca hacer algunos cambios en la alimentación para
corregir las cosillas que tiene regular, pescado al horno y a la plancha en
cantidades industriales, prohibido bollería y fritos y alternancia cada día
entre huevos y legumbres. Se aceptan recetas y menús porque a ver cómo nos
apañamos.