Este post probablemente no sea políticamente correcto, pero confieso que lo voy a publicar porque es algo que me tiene un poco sorprendida la verdad, ya que no conozco ningún caso como el mío (probablemente porque es algo que la gente no comenta, jeje). Además, comentándolo con algunos compis del trabajo me han dicho que es 100% publicable.
Desde hace algún tiempo venimos detectando que la habitación de Mencía huele regular por las noches o cuando duerme la siesta, alguna que otra noche antes de acostarnos la hemos hasta desvestido pensando que tenía "cacota", pero no, la realidad es que la peque sufre de gases "muy olorosos" mientras que duerme y hacen que la habitación huela a caca radioactiva permamentemente.
Esto se ha acentuado los últimos días: huele tan mal que no sé ni cómo puede dormir la pobre, vamos si fuese yo no pegaba ojo la verdad. Tras varias noches dándole vueltas nos hemos dado cuenta de que estamos atiborrando (por prescripción de la pediatra) a la peque de legumbres y, claro, ¡Cómo no va a tener gases si día sí y día no come lentejas, garbanzos, judías....! Pobrecita mía.
La verdad es que siempre he pensado que cuando los pedetes de los más pequeños huelen es síntoma de salud, pero vamos que esto es una teoría 100% Sole. Además desde pequeñita me han sorprendido los pedetes de Mencía porque son sonoros y, si está sentadita cuando se los tira, parece que retumban.
Como os comentaba al principio, nunca ninguna mami me ha comentado nada sobre que esto mismo le pasara a sus peques, así que os invito a que si es así lo compartáis conmigo y, sobre todo,... ¿Qué podemos hacer para aliviarle un poco los gases y esos olores tan peculiares?
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viernes, 7 de diciembre de 2012
martes, 4 de diciembre de 2012
Mamá histérica en el pediatra
Tras la visita a la pediatra la semana pasada nos mandaron
que le hiciésemos unos análisis a la peque para ver si todo estaba en orden. Como
había perdido 500 gr en un mes (que para una niña de 19 meses es una
barbaridad), la pediatra prefería asegurarse de que todo estaba correctamente. Además, como al papá de la peque le acaban de diagnosticar que es celiaco
aprovechaban el “pinchazo” para ver si ella también lo es, ya que es genético.
Esta mañana hemos ido Mencía y yo a recoger los resultados y
a ver a la pediatra en el Hospital Sanitas La Moraleja, cuando me han entregado
los análisis y me he puesto a verlos (soy una cotilla empedernida y aunque no
entienda nada los tengo que revisar de arriba a abajo) casi me entra un ataque de
histeria. De los cinco folios de análisis de distinto tipo, el 80% tenía asterisco,
es decir que los parámetros estaban por encima o por debajo de la normalidad y
eso no era buen síntoma. Tras tres cuartos de hora de espera antes de que la
pediatra nos recibiese con sudores fríos, temblores, mensajes de whatsapp de
SOS…. (vamos que estaba histérica) le comento a la médico:
- Doctora es que estoy muy preocupada porque casi
todo tiene asterisco.
Y ella me responde:
- No te preocupes, es que los análisis llevan los
valores predeterminados para los adultos, pero la mayoría de las cosas están
bien para Mencía
Uffffffff, menos mal, casi me da un infarto. Eso me pasa por listilla y querer saber de
todo. Además, de momento Mencíita no es celiaca, así que estoy encantada.
Ahora nos toca hacer algunos cambios en la alimentación para
corregir las cosillas que tiene regular, pescado al horno y a la plancha en
cantidades industriales, prohibido bollería y fritos y alternancia cada día
entre huevos y legumbres. Se aceptan recetas y menús porque a ver cómo nos
apañamos.
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