Mostrando entradas con la etiqueta abuelos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta abuelos. Mostrar todas las entradas

sábado, 25 de mayo de 2013

¡A mi niña le encantan los caballos!

K
Creo que ya os he contado en alguna ocasión que a Mencía le vuelven loca los animales. Y, sobre todo, los caballos. Desde bien pequeñita ha tenido predilección por las figuritas de animales. Se volvía loca cada vez que las veía en alguna tienda o descubría algún niño por la calle jugando con ellos... hasta que sus primos le regalaron unos cuantos "bichos" por Navidades. 
Inmediatamente se convirtieron en sus juguetes favoritos, por lo que poco a poco, con aportaciones de diferentes "benefactores", ha ido completando una buena colección de animales en miniatura. Tiene de toda clase: elefantes, cebras, leones... pero sus preferidos son los caballos. De hecho, al principio llamaba a todos los animales "caballo" y a día de hoy sigue siendo una de sus palabras favoritas. Bueno, esa y "pío, pío", que es como llama a los periquitos que le regalamos por su cumpleaños. Esa historia daría para otro post, pero basta con deciros que casi lo primero que hace por las mañanas y cada vez que entra en casa es buscar a sus pajaritos para decirles "hola". 
La relación de Mencía con los animales es curiosa, supongo que como la del resto de los niños, pero a mi me llama la atención porque es mi primera hija y, por tanto, descubro estas cosas a la vez que ella. Pues, como os decía, mi niña al principio mira con recelo a cualquier animal, luego se acerca paulatinamente y, finalmente, acaba por querer tocarlos. Así que ya os podéis imaginar la cara de susto que se le puso la primera vez que vio un caballo en vivo y en directo en una de las excursiones que hemos hecho este invierno con nuestros encantadores vecinos. Al principio no quería verlos ni en pintura, a diferencia del resto de niños (más mayores la mayoría) que venían con nosotros. La siguiente vez ya le gustaron algo más, aunque tuve que cogerla en brazos y tocar yo primero al caballo para que la niña le fuese perdiendo el miedo. Y lo hizo, ya que al final del día consintió que Juan, uno de los vecinos que la adora (ha "amenazado" varias veces con llevársela a vivir a su casa y eso que tiene tres niños y un cuarto en camino), la subiese encima de uno. 
Por eso, cuando entró en la Feria de Jerez y vio cientos de caballos andando sueltos, montados por jinetes y tirando de coches engalanados para la ocasión no cabía en sí de alegría. Enloqueció y sólo decía "caballo, caballo" y así se pasó un buen rato. Tanto que al día siguiente su abuelo, su padre y su prima la llevaron a la Feria del Caballo para que viese más animales. Y ella encantada claro. Es increíble cómo le gustan los caballos y el interés que le suscitan. Empiezo a pensar que debe ser herencia genética o algo así. Creo que hasta alguna vez ha soñado con ellos porque nada más levantarse ha dicho "caballo" (otros días dice "pintar" o "pete" si está buscando un chupete). En fin, que como siga así creo que a su padre no le va a quedar más remedio que ceder a mis deseos y apuntarla a clases de equitación, aunque para eso desgraciadamente aún quedan unos años...

martes, 15 de enero de 2013

Embarazos y redes sociales


Hace unos días descubrí esta viñeta navegando por internet y no me he podido resistir en publicarla en el blog.
Soy una usuaria 100% de redes sociales y no tengo muy claro si esta situación me gustaría o no, pero la realidad es que creo que para aquellos que vivimos lejos de la familia más directa (madres, padres, abuelos, hermanos, mejores amigos...) nos podría venir genial para hacerles partícipes y que pudiesen estar presentes en las ecografías de control de nuestros embarazos a través de Facebook o Twitter, aunque no me veo yo a mi madre abriéndose una cuenta en Facebook aunque sea para ver a un futurible nieto, jeje.

lunes, 26 de noviembre de 2012

La aventura de comenzar un blog como mamá



Este boom existente de las mamás blogueras ha hecho que me pique el gusanillo a mi también. No tengo claro el motivo, pero creo que el principal es que hay veces que me siento un bicho raro ante determinadas preguntas,  ¿Si tiene tanta tos convendrá sacarla a la calle?, ¿por qué es imposible que coma conmigo?, ¿estaré haciendo algo mal?, ¿soy una histérica?..... y así durante un millón de preguntas más.
Soy madre primeriza, pero por suerte pertenezco a una familia numerosísima en la mi hija Mencía es la nieta número 15, lo que ha hecho que ante determinadas circunstancias no haya tenido tanto miedo como si no hubiere habido niños a mi alrededor. Aun así, esta vida de locos que llevo, en la que veo a mi hija de lunes a viernes tres cuartos de horita por la mañana – siempre y cuando no se ponga malita - y con suerte 10 minutitos por la noche antes de acostarla, hacen que cada día me sienta como una madre en apuros, de ahí el nombre del blog.
No sé si conseguiré estar a la altura, pero me gustaría que este fuese un espacio en la que padres, madres, tíos, tías, abuelos, abuelas y demás parientes compartáis conmigo las locuras del día a día de tener un peque en casa y entre todos, nos ayudemos para conseguir no estar “en apuros” tantas veces como creemos estarlo (seguro que el 90% de las ocasiones son majaderías nuestras).
Mi intención es contaros desde mi absoluta humilde experiencia de 589 días como mamá, cómo me desenvuelvo en este papel en el que creo que nunca dejaré de aprender.
Gracias por acompañarme en esta aventura, espero no ser muy pedante y que os gusten mis historias
P.D. La imagen de esta peli "Una mamá en apuros" creo que refleja claramente lo que el nombre de este blog quiere reflejar, de ahí